Más Allá del Equipo: La Seguridad Integral como Motor del Rendimiento Laboral
En el contexto laboral actual, la productividad de una organización ya no depende únicamente de las herramientas o de los procesos operativos. Hoy, la seguridad y la salud del trabajador —tanto física como mental— se consolidan como pilares fundamentales para alcanzar un rendimiento sostenible, eficiente y ético. En México, la implementación de medidas integrales de protección en el entorno laboral no solo representa una buena práctica: es una obligación legal y una estrategia empresarial clave para la competitividad y la responsabilidad social. Más Allá del Equipo: La Seguridad Integral como Motor del Rendimiento Laboral En el contexto laboral actual, la productividad de una organización ya no depende únicamente de las herramientas o de los procesos operativos. Hoy, la seguridad y la salud del trabajador —tanto física como mental— se consolidan como pilares fundamentales para alcanzar un rendimiento sostenible, eficiente y ético. En México, la implementación de medidas integrales de protección en el entorno laboral no solo representa una buena práctica: es una obligación legal y una estrategia empresarial clave para la competitividad y la responsabilidad social. Seguridad laboral: del cumplimiento legal al compromiso ético De acuerdo con la Ley Federal del Trabajo, el artículo 132, fracción XVI establece que los empleadores están obligados a proporcionar a sus trabajadores los útiles, instrumentos y materiales necesarios para su seguridad, incluyendo el Equipo de Protección Personal (EPP) [1]. Este marco legal se complementa con la Norma Oficial Mexicana NOM-017-STPS-2008, que regula específicamente la selección, uso y mantenimiento del EPP en función de los riesgos laborales. Dicha norma exige que las empresas: Identifiquen y analicen los riesgos a los que están expuestos los trabajadores. Seleccionen el EPP adecuado según el tipo de riesgo (mecánico, térmico, químico, biológico, entre otros). Capaciten al personal en el uso correcto, cuidado y reemplazo del equipo. Cumplir con estas disposiciones permite reducir accidentes, evitar sanciones, y fortalecer la cultura organizacional basada en la prevención. A largo plazo, esto repercute directamente en la eficiencia operativa y en la percepción positiva de la empresa tanto interna como externamente. Salud mental: la nueva frontera de la seguridad en el trabajo El bienestar emocional del trabajador también es un componente esencial de la seguridad laboral. Desde 2019, México cuenta con la Norma Oficial Mexicana NOM-035-STPS-2018, que reconoce los riesgos psicosociales como factores que pueden afectar la salud mental de los colaboradores [2]. Esta normativa obliga a las empresas a: Identificar factores como el estrés, acoso laboral, carga excesiva de trabajo o jornadas prolongadas. Evaluar el entorno organizacional. Implementar medidas preventivas y correctivas que favorezcan un ambiente laboral saludable. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los entornos con alta carga psicosocial pueden aumentar hasta en 300% el ausentismo, lo que genera pérdidas económicas y humanas importantes para las organizaciones [3]. Impacto directo en la productividad y el rendimiento Combinar el uso adecuado del EPP con estrategias claras de bienestar emocional no solo cumple con la ley, sino que también impulsa indicadores clave de desempeño organizacional. Estudios del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) señalan que las empresas que invierten en seguridad integral pueden lograr hasta un 25% de mejora en la productividad, además de reducir la rotación de personal, las incapacidades y los accidentes de trabajo [4]. LICA: Seguridad diseñada para el trabajador mexicano En LICA, entendemos que la protección comienza mucho antes del accidente. Por ello, desarrollamos productos enfocados en las necesidades reales del entorno laboral nacional. Nuestras camisas industriales, por ejemplo, están confeccionadas con materiales que favorecen la movilidad, la absorción de humedad y la resistencia al desgaste, esenciales en ambientes de alto riesgo. Más allá de cumplir con los requisitos normativos, nuestro enfoque está en promover una cultura de seguridad desde la raíz, donde la protección física y el bienestar emocional se conviertan en herramientas de trabajo diarias. Conclusión El Equipo de Protección Personal (EPP) no es solo obligatorio: salva vidas. La salud mental ya es parte de la legislación mexicana y debe ser una prioridad organizacional. Un entorno laboral seguro, física y emocionalmente, impacta positivamente la productividad, el compromiso y la eficiencia. Referencias: [1] Ley Federal del Trabajo (última reforma), Art. 132, Fracción XVI.[2] NOM-035-STPS-2018. Factores de riesgo psicosocial en el trabajo – Identificación, análisis y prevención.[3] Organización Internacional del Trabajo (OIT). Seguridad y salud en el trabajo: proteger la vida y la salud de los trabajadores.[4] Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Estudios sobre prevención de riesgos laborales y productividad


